Cada vez estoy más convencido de que el hombre necesita pasar por todas las experiencias humanas, ya que el no comprender la experiencia del prójimo hace que la interpretemos desde nuestra propia experiencia y, como es natural, de forma impropia y sin conocimiento de causa.
La experiencia de los demás, cuando es una experiencia que nosotros hemos vivido, hace que expresemos la clásica frase: “Te entiendo perfectamente”. En cambio, cuando no ha sido vivida por nosotros, tendemos a juzgar y a interpretar erróneamente lo que hace o como se comporta el otro.
Actuar así ha de empujarnos, sin lugar a dudas, a vivir lo que el otro está viviendo y a comportarnos de forma semejante y, entonces, tendremos suficientes elementos de juicio para hablar de la experiencia del prójimo entendiéndole desde dentro.
Editorial extraído de la revista "Savia" nº 14.
La experiencia de los demás, cuando es una experiencia que nosotros hemos vivido, hace que expresemos la clásica frase: “Te entiendo perfectamente”. En cambio, cuando no ha sido vivida por nosotros, tendemos a juzgar y a interpretar erróneamente lo que hace o como se comporta el otro.
Actuar así ha de empujarnos, sin lugar a dudas, a vivir lo que el otro está viviendo y a comportarnos de forma semejante y, entonces, tendremos suficientes elementos de juicio para hablar de la experiencia del prójimo entendiéndole desde dentro.
Editorial extraído de la revista "Savia" nº 14.
Comentarios
En uno de esos momentos, yo me desahogaba con una amiga y ella me decía que entendía mi dolor; entonces yo le contesté: "es imposible que lo entiendas, porque no lo viviste en carne propia"...A veces sólo necesitamos que nos escuchen, y el mejor aliento en esos momentos, es el silencio.
en estos momentos es importate para mi,por las circunstancias de mi vida.